miércoles, 7 de octubre de 2009

LA CALLE DE LOS ARTISTAS



Angélica la llamaba la calle de los artistas.

Un amigo poeta después de una borrachera me afirmó que existía una calle igual en Piura. Un jirón pequeño y escueto donde las estatuas humanas, los pintores y los músicos callejeros eran comunes. También al final de la calle: un parque, con bancas de fierro forjado y estatuas coloniales, donde los escritorzuelos y los orates descansaban sus cuerpos de manera conveniente o inconveniente a la sazón de los policías municipales. Pensé en la existencia de una universalidad para aquello, para los artistas, para los locos, para el amor; un parque que los acoja, la libertad que sólo podrían conocer en el libre viento de la calle: el jirón Pizarro.

Por la tarde, un hombre sin piernas arrastraba su silla de ruedas y dos tambores pequeños, se tumbaba sobre la vereda en la esquina más próxima al parque y empezaba a soplar una botella con agujeros, tan exactos, que reproducían el sonido armónico de los instrumentos de viento. Luego cantaba, una voz que a pesar de la deformidad de su rostro llegaba a ser bella. Mucha gente le rodeaba y dejaban monedas. El hombre sin piernas sonreía con una mueca terrible. Más allá dos muchachos pintaban el rostro de una mujer sobre la pista, un tarro metálico de café y un cartel hecho de cartones reciclados: “Apoye el arte”. Un tipo con su novia los veía con mezquindad: “Sólo malogran la calle”. Su novia era hermosa y se parecía a la mujer sobre la pista. Entre los restaurantes y los centros comerciales los mendigos estiraban la mano, unas mujeres serranas vendían caramelos de limón, dos niños colgaban de sus tetas, una ancianita hacía sonar su sonaja de calabaza sin mostrar el rostro, su pena era ese sombrero enorme tan antiguo como el jirón Pizarro. Y luego vi como una revelación al loco poeta del centro de Trujillo, sacar un papel imposible y sucio de su pantalón y logré escuchar lo que escribía y repetía lentamente: “Memorable, memorable, memorable…”.

Atardecía cuando llegué a la plazuela El Recreo. Me senté sobre la banca más cercana a la pileta. Me di cuenta de los delincuentes, de las putas, hasta de la extraña pareja madura sentada en la banca más alejada y que supuse se decían palabras de amor; entendí que el sonido de Trujillo era esta plazuela y las historias intersecadas, como constelaciones, en ella. Pensé luego en Angélica y nuestra única cita, la única vez que me confió un sueño: comprar, a pesar de todo, una casa colonial en la calle de los artistas.



Cuando una mujer supone todas las canciones.

6 comentarios:

Richard Chavez dijo...

Se sigue plasmando realismo, realidad peruana, las calles bulliciosas, los claxones, los sonidos metalicos de las monedas raspando los tarros de latón, niñños berreando al estilo de Benjy Compson. Un ambiente en donde no solo está presente el escritor bohemio, sino también el delicuente sazonador del ambiente. El caos.

Quizá tenga algo de semejante a la Plazuela Merino, a la Avenida Grau de Piura, y a otras zonas llenas de personajes.

Te salió muy buena la crónica. Me gustó la inclusión de Angelica. Espero leerte más textos. Pero ya pon a trabajar al poeta. ¿el poeta de tu crónica es Toscano?

Saludos desde Piura, también marginal.

El Poeta Imaginario dijo...

Bravo! en serio no me queda na más que decir. Siempre lo había pensado, pero creo que no tenía el momento, la experiencia, ni las expectativas dentro de mi pluma, sin embargo esto me da material, ganas y experticia para inspirar un cuento, una reseña, una crónico o una novela que se llame "Jirón Pizarro"

Parentesis: Ja, Toscano? el poeta loco? jaja

walter vásquez dijo...

vaya ,intuitivamente la literatura es un amplio recorrido de aguas ininterrumpidas,en este caso,debo afirmar q la tuya,es esa que se ha salido de un cuadro hecha con materiales antiguos y tradicionales(por decir simple,y cursi).
tu tinta es esa q empapa todo lo que el papel posee(la realidad)y eso es algo difícil para quienes deseean transmitir un mensaje, un cambio, una renovación.finalmente debo inconcluir con esto:
sige adelante hermano,y por cierto.q hombre mas atrevido,
el de atreverse a este reto.
abrazos

Yamilet dijo...

Hola Jonathan, como siempre es un placer leer tus textos,
tienes un estilo muy exquisito para expresar tantos sentimientos y
sobre todo la forma en que transformas las palabras y el contexto en el que lo diseñas y todo ello en una realidad casi palpable.

muy interesante el blog, mm y por que pinguinos??? eh jeje

genial !!! saludos que esten muy bien. exito!.

ATTE.YAMILET MORENO

Anónimo dijo...

pingüino por la forma de idiota que tienes al caminar? hmmmm... sí, debe ser por eso

Garo dijo...

PINGÜINO POR LA FORMA TORPE QUE TIENES AL CAMINAR, POR EL ANDAR LENTO, POR TUS GANAS DE VOLAR SIN PODER HACERLO. TAMBIEN POR LOS ALETAZOS AL VACÍO. POR TUS GANAS DE DESAPARECER AL ESTÚPIDO ANÓNIMO QUE COMENTA SANDECES, Y QUE CREE EXISTIR, PERO QUE DE POR SÍ ES UN INVISIBLE MÁS.